Nota mental 1: Si te da pena
pasar la Navidad lejos de tu familia porque toca pasar con la de tu pareja, no
se lo digas ni lo demuestres.
Empecé el 24 de diciembre triste
por esta situación: tener que viajar con mis críos y pasar la fecha lejos de mi
familia; saber que me iba a perder la misa, los villancicos, el pavo relleno que
hace mi mami y sobre todo, la compañía. Me contentaba saber que mi esposo disfrutaría mucho esta fecha y que
mis bebés en cualquier lugar lo iban a pasar bien.
Pero la presión del pago del mes que
no llegaba y por tanto no podía comprar la llanta de emergencia que hacía falta para viajar, hicieron que yo conservara la
ilusión de quedarme en mi tierrita natal hasta las 6 de la tarde cuando mi
esposo decidió que de angas o mangas nos iríamos. Empacamos rápido y partimos
casi a las 7 de la noche.
Nota mental 2: (importantísima)
no viajar sin llanta de emergencia.
Nota mental 3: Si viajas tarde
trata de ir lo más arreglada posible.
Llegamos a casa de mis suegros tarde cuando ya toda la familia estaba instalada, niños abriendo regalos y
gente tomando fotos. Me habían asegurado que llegaríamos más temprano y que la
celebración se haría más tarde por lo que tendría tiempo para arreglarme pero
no fue así. Después de un viaje de más de 2 horas, sin aire acondicionado con
el calor terrible que hace en esa ciudad, llegar con la ropa con la que saliste
del trabajo y tus nenes con la misma ropa con la que estaban en casa, no dio un
aspecto muy bonito. Me dio una pena terrible saludar a todos en esas fachas
pero tocó hacerlo.
Luego corrí a arreglar
a mis nenes que se habían quedado dormidos en el viaje y despertarlos no les
hizo mucho chiste. Según yo lo ideal era que durmieran en el viaje para que al
llegar estén fresquitos y querer jugar de largo, pero creo que a todos nos pasa
que cuando nos interrumpen el sueño nos despertamos de malas; la cuestión es
que uno como adulto se guarda su mal humor pero un niño no. Peor aún despertar
en un lugar ajeno rodeado de gente a la que ven poco.
Tuve que pasar un rato consolando
a Ely y convencerla de que vaya a jugar con todos. Afortunadamente, Netito
apenas vio la máquina de burbujas empezó a despapayarse y no tuvo más sueño ni
hambre.
Al ratito de que ya estábamos presentables
la gente comenzó a irse porque ya era tarde. Yo me senté en el piso con mis
enanos a jugar. Eso sí que me iluminó la noche: ver a mi Netito poniéndose el
casco del juego de Mega Blocks con herramientas de plástico (tenía que ser hijo
de constructores, orgullo para nosotros verlo con su casquito). Lástima que no
pude tomar ni una foto porque mi teléfono se descargó en el camino y no llevé
el cargador.
Nota mental 4: Llevar siempre baterías extra del equipo que vayas a usar para tomar fotos.
Ely no podía estar más contenta.
Primero con su celular de juguete fingiendo hacer llamadas y hablando en
lenguas como sólo ella habla, luego armando platitos y vasitos para jugar a la comidita
con sus primos. Aaah! Que hermosita ella!
Después de dejarlos instalados
jugando pudimos disfrutar de una tranquila cena en compañía de mis suegros y
mis cuñados. Debo decirlo: mi suegro también prepara un delicioso pavo y un
exquisito relleno. Y si, leyeron bien: mi suegro, el papá de mi esposo hizo la
cena. Un aplauso para él y felicitaciones porque estuvo todo perfecto.
Fue una velada corta y bonita. Al
día siguiente fue la “verdadera” fiesta.
Según nosotros salíamos temprano (más de medio día) pues yo quería llegar pronto a la casa de mis padres. Bajo el arbolito de ellos todavía esperaban
sin abrir los regalos de mis nenes y de una de mis sobrinas.
Lo verdaderamente interesante del
viaje fue que la bendita llanta que no compramos falló. Como se dice comúnmente
se quedó tubo abajo y tuvimos que quedarnos ahí a un lado en la carretera a ver
qué hacemos ahora!?
Repetir la nota mental 3: (vean
la importancia) no viajar sin llanta de emergencia.
Los niños cansados, con sueño,
calor, hambre… Encima de todo, a Ely se le movió el pañal y se hizo pis mojando
toda su ropa y un asiento. Mientras llegaba la ayuda para la llanta me encargué
de cambiarla, secar el asiento y luego a darles de comer el pavo que nos
enviaron mis suegros.
N-ésima nota mental (ya perdí la
cuenta): No creas que porque tu niña ya está un poco grandecita no necesitarás
mucha ropa extra. Siempre lleva por lo menos 2 mudas EXTRA. Y cucharas!
Puedo decir que ahora adoro a
Mickey Mouse y su Club House más que antes. Es más, ahora me sé sus canciones
en inglés y español, al revés y al derecho. El ratón ese fue la pieza clave
para que mis nenes estuvieran entretenidos en el viaje y mientras se solucionaba
lo de la llanta.
Debo agradecer a esa alma
caritativa que se detuvo en la carretera a ayudarnos, a darnos su llanta de
emergencia, llevarla a la vulcanizadora más cercana a hacerle cambiar el aro,
regresar al punto donde estábamos, ayudarnos a colocar la llanta y dejárnosla sin
querer recibir ni un centavo a cambio. Diosito nos envió a un ángel en Navidad
y le agradezco eternamente.
Gracias al cielo llegamos con
bien a la casa de mis padres. Cansados pero bien.
Lo mejor fue ver la
carita de mis bebés con sus regalos. Ely con la casita de muñecas que le dieron
su abuelos no paró bola a nadie más. Y Netito de lo más feliz empujando
su carrito y sus trenes. Que mi mami nos haya guardado pavo
y relleno de la noche anterior es algo que no tiene precio. Ese sabor a Navidad es único :)
Horas después, todavía más
cansados que antes partimos hacia nuestra casa. Llegar, descargar el carro
atestado de tantos juguetes, los bebés con energías renovadas se sintieron
felices de estar en su ambiente y se les notaba en la cara. Jugaron con sus
regalos, hicieron el relajo de siempre hasta la hora de dormir.
Darse un baño al terminar días
así es lo más relajante del mundo!
Moraleja: a futuro hacer caso de
todas mis notas mentales y rogar que los puntos malos de esta historia no se
vuelvan a repetir.
Espero que hayan pasado una linda
Navidad! Veremos qué novedades nos trae la celebración de Año Nuevo.
Tremendas notas mentales!!! Jajaja Pero al final del día pasaste un día con tus hijos y eso vale más que cualquier cosa. Mi madre y hermano viven en US y te entiendo perfectamente. Justo estas fechas son cuando más deseas estar con ellos. Un abrazo!!!
ResponderEliminarGracias por comentar. Y si, al final de cuentas a pesar de los inconvenientes fueron dias felices :)
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