viernes, 15 de noviembre de 2013

Para Netito en su primer añito



Un día como hoy hace un año me preparaba psicológicamente para mi segunda entrada al quirófano: la segunda cesárea de mi vida. Ya lo sabía, ya lo teníamos programado, maleta lista y al hospital en la tarde.

Te esperaba ansiosa, mi niño. Después de pasar nueve meses de un embarazo feliz y entre ratos un poco complicado no tienes idea de cuanto deseaba ver tu carita, escuchar tus lloritos, acunarte en mis brazos.

Y si, estaba nerviosa. Esperaba que con la experiencia previa que ya no me sorprendiera nada, pero no fue así. Esta vez tuve que ir sola al quirófano porque los médicos no permitieron que tu papá se quedara conmigo así que yo solita escuché el llantito que pegaste al momento de salir.

Que decirte, mi bebé? Al verte se me salieron las lágrimas. La pediatra te acercó bastante a mi y yo sin poder abrazarte por culpa de la posición de brazos que debía mantener. Pero te vi, tu carita redondita, naricita perfecta, cachetitos rosaditos. Que niño tan lindo!

Lo que recuerdo después es estar en el cuarto contigo. Dormir junto a ti me daba una tranquilidad enorme. Entre ratos abría los ojos y me encantaba lo pacíficamente que dormías. Así fuiste tranquilito hasta los tres meses. Ahí empezó el relajo.

No te miento, mi niño. Con tu papá pasábamos horas imaginando las travesuras que harías, como pasearías por la casa, tus risitas con tu hermana y tantas cosas. Déjame decirte que todo se ha cumplido y hasta más! Hoy, con solo un añito has hecho más travesuras que yo en mi vida, y vas casi a la par con tu papá jejeje. Nos encanta verte tratando de dar pasitos, desbaratando la casa, jugando con tu ñañita, riéndote de las cosas que pasan a tu alrededor.

Así te quiero conservar siempre: feliz, que nunca te falte energía para hacer las cosas que te propones, que explores el mundo con la misma curiosidad que lo haces ahora.

Sé que no he estado muy cerca debido a mi trabajo y por eso este año se me ha ido volando. Me duele no haber estado ahí en todos tus momentos pero te aseguro que mi amor por ti no disminuye jamás, todo lo contrario: crece cada día como tú lo haces, a pasos agigantados.

Mi bebito, mi Netito, mi godi. Un día como hoy hace un año llegaste a nuestras vidas trayendo  más alegría, más risas y más amor a nuestro hogar. Te sigo viendo igualito que cuando te recibí en mis brazos por primera vez, sólo más grandecito, más fuerte y más risueño.

Te amo, mi chiquito. Eres la piecita que completa el rompecabezas de mi vida. 
Que nunca se borre esa sonrisita con hoyitos en tus cachetitos, es la que ilumina mi llegada a casa cada día.

Con amor
Mami.

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