Ese es el título de un libro?
Bueno, no lo he leído pero la frase me cayó al pelo la semana pasada.
A decir verdad, mis nenes han
salido comelones. No me quejo! Me encanta que coman de todo, pero de eso a
buscarse ellos mismos algo de comer cuando no miro es otra cosa.
Un día estaba cocinando. Había
decidido hacer una salsa blanca a la que por sugerencia de Juano iba a echar
queso rallado mientras se cocinaba (humm.. me despertó el apetito).
En esas estaba y saqué un trozo
de queso, rallé lo que necesitaba y el resto dejé sobre la mesa. Groso error.
Eli hizo desaparecer el queso de la mesa sin que me diera cuenta…
Al rato me vuelvo y no encuentro
el queso. Donde está? Y la veo a Eli sentadita en el mueble con el bloque de
queso en sus manitos al que ya le había dado varias mordidas…
- Eli, dame el queso
- No! (una de las primeras cosas que aprenden a decir los niños es esa palabrita)
- Eli dame e...
Y sale corriendo del mueble con el
queso entre las manos y sus carcajadas de fondo. Ella sabe lo que hace y ha
decidido jugar conmigo. Corro tras ella siguiéndole el juego hasta que la
atrapo, nos reímos juntas, le doy un beso, saco una rodaja del queso para que
se termine de comer y regreso el queso a su lugar.
Aaah… las travesuras… Neto por su
parte no se queda atrás. Sólo tiene 11 meses pero anda gateando por toda la
casa y con eso es suficiente. El otro día mientras yo sacaba cosas de la refri
para preparar la merienda no cerré bien la puerta y cuando regresé a ver,
Netito la había abierto y estaba paradito buscando qué comer. Salió de ahí
llevándose un trozo de tomate directo a la boca Jajaja! :D
Definitivamente, mis bebes me
alegran los días ya sea con sus travesuras, risas o besos.
Cuentame, ¿Qué travesuras te han
hecho tus bebés últimamente?
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